¿CÓMO CONOCISTE A UMBRAL?


La Fundación Francisco Umbral junto con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Majadahonda, lanzarón esta iniciativa durante el primer confinamiento que sufrió toda España por causa del Covid 19.

Entre los meses de Marzo-Junio 2019 y experimentando este encierro, fueron muchas las personas que nos enviaron su historia. Todos ellas, valiosas, originales y emotivas. Unas de talla más literaria, otras, simplemente recogen una vivencia en tono coloquial y algunas acompañadas de fotografías que inmortalizan el momento o el sentimiento. Las iremos publicando mes a mes en nuestra web. Esperamos que disfrutéis de estas historias como nosotros lo hemos hecho. ¡Muchas gracias por participar y hacernos revivir a Umbral! .


Mario Fernández (Librería Berceo)

Mario Fernández,¿Cómo conociste a Umbral?

En 1990 abrí esta librería en compañía de Pilar, mi mujer. Hacía unos meses que la habíamos inaugurado, y llegó la Navidad, y estábamos preocupados porque apenas pasaba alguien por la librería. Así que compré unas cuantas felicitaciones de Navidad de gran formato, de las que hacía Patrimonio Nacional, con la reproducción del algún bello códice en color con estampaciones en oro. Me senté en la mesa de mi cocina y empecé a escribir felicitaciones a directores de periódicos, a columnistas, a antiguos conocidos del mundo editorial con el afán de dar a conocer la librería. Y a uno de los que me dirigí fue a Francisco Umbral, cuya dirección particular me la proporcionó Carlos Álvarez Ude, compañero entrañable que hoy está en el mar de los recuerdos. Pues bien, cogí una felicitación y le escribí una larga carta, de la que antes había hecho un borrador, pidiéndole que intercediera ante los Reyes Magos para que se pasaran por la librería. Mi mujer, siempre más sensata que yo, me dijo algo así: ¡Hay que tener ganas! Y a los dos días, Pilar me dijo que había llamado Francisco Umbral por la mañana y que vendría esa misma tarde. Al principio creí que me lo decía en broma, pero, en efecto, cuando fui a abrir a las cinco, ya me estaba esperando. Y yo algo pasmado le saludé, hay que decir que entonces Umbral ya era un personaje, y me dijo: "me ha gustado su carta". Estuvimos unas dos horas conversando y me compró varios libros. A partir de ese momento fue cliente habitual y hasta me citó en sus columnas. Siempre que venía estábamos un buen rato de charla. A veces se presentaba con su mujer, España, o con algún colega. Y en ocasiones hasta le llevaba la contraria, olvidándome que yo era comerciante. El otro día me dio un ataque de nostalgia y llamé a su mujer para que me consiguiera una copia de aquella carta, porque me gustaría volverla a leer, ya que salvo lo de los Reyes Magos, no recuerdo muy bien su contenido.

Compartir este contenido:

Comenta este artículo

¿Tienes alguna experiencia parecida a esta? Cuéntanoslo.