Artículos Francisco Umbral

Litronas


La litrona sustituye al porro como tótem de la gente reciente. Generalmente, se litronea mezclándole a la cerveza algunas pastillas, para que coloque más. La política/PSOE es la política de la litrona, de la permisividad controlada, pero extensa, y por eso va a volver a ganar. La multitud, que no es ninguna niña, pero que no es más que una niña, necesita sentirse libre, campante, bajo la mirada de papá. Pero en esto que Adolfo Suárez se alza con los 500 millones que le ha dado la Banca para hacer una política "que pase a Felipe por la izquierda". El caso es que la Banca no financia eso, cualquiera lo comprende, sino una nueva derecha más habitable que la de Fraga. Seguiremos viviendo el socialismo de la litrona. El PSOE ha coincidido con el alma temblorosa y anhelante del país, se ha producido aquí una eucaristía populista sobre la que descienden los ángeles barrocos de Gregorio Prieto desde el cielo de vino de Valdepeñas. Entre Tina Turner y Alzaga, España se queda con Tina Turner. No es fácil desequilibrar este delicado equilibrio nacional a que han llegado los socialistas buenos y los españoles malos. Hay otra vez la España de las apariciones de la Virgen a la niña Alba Navarro pero ese Frente Popular está pasándole la estampita por el vestido a la niña Alba. Los psoes son más agresivos fuera de España que dentro, y ésta es una de sus mejores mañas en la política de la litrona. En Bruselas atacan "el concepto tradicional de la familia", y en Madrid predican paz a las familias proletarias. Paz y litrona. Vamos a acabar siendo el país más socialista de la CEE y el más conservador del Banesto para abajo. Nuestro socialista de la CEE y el más conservador del Banesto para abajo. Nuestro socialismo son los pantalones vaqueros que se ha puesto el país.Una cosa que se lleva siempre, que sirve para todas las estaciones y que, encima, "rmarca estilo". En el instituto Ramiro de Maeztu han quitado los crucifijos, como en el PSOE quitaron a Marx. Se trata de no ser los rehenes de un icono o de que el icono, cuando menos, sea tan inocuo y desechable como la litrona. Hernández Mancha dice: "Nuestras relaciones con la Banca son gloria divina". Pero la Banca cesó a Fraga, siendo Fraga. Suárez aspira al Gobierno en el 90, pero el Centro no existe, sino que come de alrededor. Punset tampoco existe y quizá ni siquiera existe el año 90. Por algo ha dicho Caro Baroja que los políticos, y no los intelectuales, "viven fuera de la realidad". Y es cuando el Vaticano reorganiza la extrema derecha española y don Marcelo sueña nuevas beatificaciones bajo los Grecos de Illescas, que ahora los ha mandado a Madrid a ver ministros. Lo que pasa es que Felipe, ya que no otra cosa, despierta hoy en Europa más curiosidad que el Papa. La simbiosis psocialismo/pueblo tiene un toque de honradez y un toque de vulgaridad que en España dan un metal muy maleable e indestructible al mismo tiempo. Es como una cosa hecha en casa, como los abrigos que nos hacían nuestras madres. Dentro de ese abrigo o camisa de cuadros sigue encontrándose confortable nuestra gente, pese a todo. Mayormente, parece que le sienta. De modo que leemos novelas pornográficas de Carlos de Santander, nos desnudamos bajo el sol y nos regamos con la litrona, por dentro y por fuera, Renamos el alma con la bonanza del canuto y le rezamos obscenidades a Martirio. Hay ejercicios espirituales según el método de San Ignacio, pero el cielo lo ganan siempre los mismos. El Congreso echa el candado, los ministros no pasan del "de que" y sólo los periodistas cuentan a los huelguistas uno por uno. Carmen Romero hace campaña por una punta del PSOE y Pablo Castellano por la otra. El personal se diría que se ha encontrado a sí mismo para nada, para la litrona. Fraga lo ha dicho con una obviedad: "El PSOE necesita a los pobres para existir".

Comparte este artículo: